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Lore
Chaleco del alcaide de Fobos
"El Viajero nos protege. Y nosotros los protegeremos". (Comandante Zavala)
III
El silencio que reinaba en la oficina de Zabala se vio interrumpido por la estática que resonaba en los canales de comunicación.
La voz nasal de Asher Mir sonó aguda a través del altavoz. "¡Ikora no estaba disponible!", dijo con impaciencia.
"Asher", dijo Zavala. "¿Qué tienes para mí?".
"Solo algunas ideas locas acerca de cómo lidiar con las Pirámides invasoras. Si es que eso le interesa a la Vanguardia…", dijo Asher.
"Continúa", dijo Zavala.
"Analicé las ondas de choque paracausales del reciente pulso inexplicable del Viajero. Creo que podría ensamblar una máquina que nos permitiría inutilizar estos poliedros maliciosos". Asher hizo una pausa. "Hacerlas vulnerables. ¿Eso te suena interesante?".
"¿Cómo funciona?", preguntó Zavala.
Asher hizo un sonido de profundo descontento. "Puedo construirla o te puedo explicar cómo funciona. Duraría lo mismo haciendo ambas cosas".
Zavala sonrió. "Construye tu máquina", contestó. "¿Hay algo que necesites de mí?".
Asher lo pensó un momento. "No. No anticipé más que tu aprobación tácita, así que esta conversación ya me emociona", dijo Asher sin emoción en su voz. "Haré lo que siempre hago: encontrar respuestas. Luego, te las haré llegar y tú podrás utilizarlas para crear algún plan. ¿Te parece?".
Zavala respiró. "Me parece bien".
"Muy bien. Intenta contener esa emoción", dijo Asher con voz seca. La señal se perdió y Zavala se encontró solo en su oficina una vez más.
Zavala desconectó la llamada y miró las hojas en blanco frente a él. Otro golpe de interferencia salió del sistema de audio. Era el sonido de una reconexión forzada.
"Y… gracias", dijo Asher a través del altavoz. "¡Eso es todo!".