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Armazón de disparo rápido
Stats
Impacto | 55 | ||||
Alcance | 21 | ||||
• Damage Falloff | |||||
Estabilidad | 26 | ||||
Manejo | 50 | ||||
Velocidad de recarga | 46 | ||||
• Reload Time | |||||
Asistencia de apuntado | 60 | ||||
Capacidad | 49 | ||||
Zoom | 15 | ||||
Eficacia en el aire | 4 | ||||
Direc. de retroceso | 52 | ||||
Tiempo de carga | 500 | ||||
Cargador | 7 | ||||
Selected Perks | |||||
Popularity: Overall | Select 4 perks to see their popularity. | ||||
Popularity: Perks | |||||
Popularity: Trait Combo | |||||
Popularity: MW Bonus |
Perk Playground
Curated Roll
Random Rolls
Popular Trait Combos
Popular Individual Perks
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33.2%
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28.0%
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25.7%
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12.8%
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0.0%
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32.3%
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22.1%
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19.7%
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45.8%
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78.1%
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Lore
Coordenadas Cartesianas
¿Dónde termina uno y empieza el otro?
Todo estaba en silencio en el Barranco, excepto por el ocasional trinar de las aves y el suave borboteo del río. Podría ser un lugar tranquilo, pensó Chalco Yong mientras cruzaba la ribera, si no fuera por lo espeluznante que es. ¿Dónde estaban los cabal y sus ruidosos equipos de perforación? ¿Dónde estaban las estridentes pandillas de barracudas? Se habrán tomado el día libre, justo en el momento menos oportuno.
La Encubierta se agachó y pasó la mano por las rocas lisas que cubrían la costa. Deseaba tener buenas noticias que dar en su siguiente informe, pues Ikora parecía cansada la última vez que habló con ella.
No le extrañaba. Incluso antes de que llegaran las pirámides, era como si los enemigos se multiplicaran a la misma velocidad con que sus aliados los abatían. Ahora, con cuatro cuerpos celestiales arrancados del cielo, esa tendencia parecía haber acelerado.
Y ahí estaba ella, tras los pasos de aquel infame kell de la Luz hacia una zona muerta.
Pensó en encender la radio y preguntar, pero, entonces, la vio: la piedra perfecta para rebotar, con la forma exacta de una palma y desgastada a la perfección. La recogió y, con un calculado movimiento, la lanzó haciéndola rebotar sobre el agua. El reflejo del cielo y de las copas de los pinos quedó desfigurado por las ondas de uno, dos y hasta seis rebotes hasta que, finalmente, la gravedad hundió la piedra bajo el agua.
Entonces, se produjo un frenético crujido a su alrededor. Los árboles temblaban y cientos de aves salieron hacia el cielo, donde quedaron volando en círculos y graznando alarmadas. Chalco se giró en todas direcciones, fusil en mano, pero no había nadie. Se calmó y esperó a oír el zumbido característico de las barracudas.
Se le erizó el vello de la nuca en señal de alerta y el aire crepitaba con electricidad. Un gran estruendo hizo que Chalco cayera al suelo. Rodó golpeándose contra el suelo. La segunda onda eléctrica la alcanzó boca abajo, con un golpe más sonoro y definitivo que hizo que las rocas se desprendieran y cayeran estrepitosamente.
Se hizo de nuevo el silencio. Cuando volvió a alzar la cabeza, todo parecía igual que minutos antes…
… excepto por el cielo que antes estaba despejado y ahora estaba veteado por una aurora de muchos colores.
Chalco se puso en pie y corrió hacia el desfiladero. Trepó por el muro y por el pino más cercano en pocos segundos. Un movimiento arriesgado, teniendo en cuenta la posibilidad de que se produjera una réplica del temblor, pero necesitaba ganar altura.
No lo vio hasta que llegó a las ramas más altas del árbol. Elevándose por encima de la línea de árboles, estaba el fragmento del Viajero, sangrando rayos policromados. Chalco lo siguió con la vista mientras abandonaba la estratosfera. ¿Qué estaba pasando?
Con la mirada fija en el cielo, encendió la radio. Inmediatamente, la voz de Eris Morn retumbó por el canal público de la Vanguardia: "Esto no es el final. Habrá un aumento".
Un destello punzante iluminó el cielo sureste. Chalco se aferró al árbol y cerró los ojos con fuerza. Cuando volvió a abrirlos, el cielo había vuelto a su azul normal y el fragmento había vuelto a su tenue y escarpado estado.
"Vaya", dijo en voz alta para nadie en particular.