Special Perks
Sensor de serafín
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Lore
Guantes Avatar del Estratega
Atrapado en solitario en una red enmarañada.
Osiris se coloca la capucha de su enorme capa. Aunque espera pasar desapercibido por el distrito Botza, el afilado pico que asoma por su sombría capucha traiciona su disfraz. Los transeúntes elixni lo miran con desconfianza.
El antiguo hechicero se desliza hacia un rincón oscuro de El Tanque de Éter, que bulle de jugadores tanto humanos como elixni que apuestan si restaurarán al Estratega Rasputín y cuántos civiles matará si lo resucitan. En el otro extremo de la sala, la Araña controla la escena con satisfacción. Osiris lo observa con la intención de encontrar una forma de interrogarlo discretamente sobre Neptuno. El capo elixni ha reunido un conjunto de informantes diferente al de los Encubiertos, y Osiris necesita información de todos los contactos posibles.
De repente, Osiris siente que se le eriza el vello de la nuca. Aunque ya no tiene su Luz, los siglos de entrenamiento han dejado su intuición tan aguda como siempre. Se funde con una multitud de amantes del karaoke y observa el local.
De pie, justo en la entrada de la taberna, hay otra figura con capa. Aunque su disfraz está mucho más conseguido que el de Osiris, este puede identificar claramente a la hechicera práxica Aunor Mahal. Osiris maldice entre dientes.
Osiris se retira por la entrada trasera y sale al frío nocturno. Siente que la oscuridad lo rodea y se pregunta cuál de sus antiguos aliados sigue confiando en él.
Visto lo visto, se pregunta si debe seguir confiando en sí mismo.
