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Lore
Máscara Cacería Salvaje
No bajes la guardia.
I
"Te doy la bienvenida, mi astuto nuevo amigo. Tus compatriotas me han hablado muy bien de ti. De tu propensión a la captura en vivo".
"Mis compatriotas son muy elocuentes". Gaelin-4 miró al caído y a la Araña, luego, de nuevo al caído. Entonces, se dio cuenta de la presencia de un hombre al fondo, a la izquierda de la Araña. "Mientras digan cosas buenas, me parece bien".
"Mejor que hablen de uno, aunque sea mal, ¿no?". La Araña tocó con uno de los dedos el respirador como para bloquear pequeñas inhalaciones de anticipación.
Gaelin-4 sintió un movimiento a sus espaldas y vio a dos socios apoyados. Iban armados con fusiles de detención y dagas cortas. "Depende. Este contrato de Arrha, el objetivo lleva un mes desaparecido".
El corpulento elixni soltó una carcajada. "Tu calaña siempre tan directa. Directos al grano. Me gusta vuestra perspicacia". La Araña hizo un gesto con sus brazos inferiores y un socio puso una pequeña caja de metal ante Gaelin-4. "Te aseguro que están cerca".
El socio abrió la caja. En su interior había dos botellas de un líquido ámbar de la Edad de Oro envueltas en una tela. Emitían un tenue brillo en la oscuridad de la guarida. El hombre oculto detrás de la Araña se inclinó para ver mejor.
Gaelin-4 se acercó y cogió una botella. "¿Para mí?", preguntó con una sonrisa. "Debe de ser un mal trabajo".
"De mi selección privada. Una motivación para devolver a mi presa con vida. Además, por supuesto, de una generosa recompensa de cable de zafiro".
"La motivación sugiere que no cooperarían si se les pidiera".
"Oh, seguro de que lo harían… si pudieran". La Araña se inclina. "Vas a cazar a una furia".
Gaelin-4 se inclinó para mirar a la Araña. "¿Por qué no envías a tu sicario?".
"Un hombre no puede estar en todo. Lo necesito en otros lugares y esto es un asunto personal." El jefe del sindicato giró sus cuatro manos, una por una. "Pero usarás uno de sus inventos. Guarda el secreto. No entiende de cumplidos".
"¿Vivo?". Gaelin-4 hizo girar la botella en sus manos.
"Así es. Este objetivo en particular ha causado un daño irreparable a algo muy cercano a mi benévolo corazón. Las restituciones son necesarias". La Araña esbozó una pequeña sonrisa.
"¿Y es necesario que tus esbirros anden pisándome los talones?".
"Para ayudarte. Nivviks y Vynriis conocen los detalles y tienen experiencia en estos asuntos. Te llevarán al lugar del ataque".
"Dicen que perdéis la cabeza cuando os acercáis a esas cosas".
"Este objetivo en particular ha empezado a vagar por pastos más verdes. No hay ningún criptolito a la vista".
Gaelin-4 asintió procesando la información. "Quédate el cable. Quiero a la bestia".
La Araña consideró los términos del acuerdo y se erizó. "Eso no sería justo, pero lo aceptaré si me dices quién te dio esa pista".
"Lo haré cuando termine el trabajo y reciba el pago".
"Quieres mantenerme intrigado. No soy una Araña paciente".
"No tardaré". Gaelin-4 se inclinó hacia sus acompañantes y dijo: "Venís conmigo, escorias".
Nivviks silbó y dijo algo en elixni a Vynriis antes de moverse. Le asintió a la Araña y se colgó el fusil del hombro. Luego, se puso en fila.
El exo miró al hombre en las sombras. "Exiliado", dijo, inclinando su cabeza en señal de cortesía.
"Métete en tus asuntos, guardián". La voz del hombre era grave y templada. "Y buena suerte".
Gaelin-4 sonrió y cogió su Transfiguración, que había entregado al hombre de la puerta. "Osiris", murmuró mientras cruzaba la salida. "Lo sabía".
