Special Perks
Stats
Impacto |
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92 | |
Alcance |
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61 | |
• Damage Falloff | |||
Estabilidad |
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27 | |
Manejo |
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32 | |
Velocidad de recarga |
|
29 | |
• Reload Time | |||
Asistencia de apuntado |
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61 | |
Capacidad |
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54 | |
Zoom |
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14 | |
Eficacia en el aire |
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25 | |
Direc. de retroceso |
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93 | |
Disparos por minuto | 120 | ||
Cargador | 8 | ||
Ataque | 0 |
Curated Roll
Lore
Exuvia
Muda de piel. Conviértete en algo nuevo.
Ekaask observó a Eido cruzar la calle a toda prisa en dirección al bar de la Araña. La joven escriba lanzaba furtivas miradas por encima del hombro mientras apretaba con fuerza un objeto misterioso, una especie de pergamino, contra el pecho.
La hija del kell no estaba hecha para la picaresca, lo cual le parecía entrañable.
Deseaba poder hablar con ella, recordarle que caminara con calma, que respirase hondo, que pensara en algo agradable e inocuo. Pero no era su papel.
Se oyó un chirrido que venía de debajo de la barracuda a medio montar que había cerca. "Ekaask, ¿dónde está el multímetro?".
Ekaask reparó en que todavía llevaba el instrumento en sus brazos inferiores.
Klyfiks salió de debajo del vehículo recuperado y erizó el vello que rodeaba sus mandíbulas en un gesto de exasperación.
"No eres tan listo como para hacer esto con solo tres ojos", bromeó Klyfiks.
Ekaask le dio el multímetro a su tutor. "Perdona, me he distraído".
Klyfiks intuía el motivo de la falta de atención del ingeniero novato. "Espero que no tenga que ver con el queche del kell". Emitió una serie de clics sugerentes.
"Claro que no", respondió Ekaask con cautela. "Dichosos humanos y sus caparazones blandos… Qué asco".
Klyfiks dudó un instante. "Más vale que te los saques de la cabeza. Tienes mucho que aprender antes de que alguien te considere digno. Incluso los humanos. Pásame el escariador de conductos, anda".
Ekaask asintió con la cabeza. De momento, solo era un humilde drekh, pero aprendería y mudaría el caparazón. Algún día, sería lo bastante importante para hablar como y cuando quisiera.
Hasta entonces, tendría que contentarse con una devoción silenciosa y guardar el secreto de Eido como si fuera suyo.