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Lore
Trineo técnico EV
Urgente|Personal|Sin enviar| Dime que aún no te has inscrito. Quédate en la superficie. O mejor vuelve a la Tierra y sal de la órbita de Bray…
Inclinándose sobre su vehículo, István aporrea el botón de la compuerta.
La estación anuncia a través del sistema de megafonía: "Procedimiento de apertura iniciado. ¡No olviden comprobar sus niveles personales de oxígeno!".
István hace un gesto con la mano tratando de apurar el ciclo mientras espera a que se complete y pueda salir. Los captadores solares de la estación deberían repararse solos, pero, siempre que se rompe algo, termina arreglándolo él.
Normalmente, las alertas le llegarían por el auricular, pero había modificado el suyo para recibir exclusivamente avisos de problemas que surgieran a menos de 100 metros de su posición. Si pasaba algo en el quinto pino, no era asunto suyo. Al menos, hasta que el encargado se pusiera en contacto con él directamente.
"Abriendo compuerta. Los técnicos deben regresar cuando la carga del sistema descienda al 40%".
Nadie seguía ese procedimiento. El 40% era un margen absurdamente amplio para volver al interior con toda la tranquilidad del mundo. Pero la estación seguía con la misma cantinela, siempre con la misma cadencia.
Enciende el motor. Es un alivio alejarse de las instalaciones de investigación, de todo lo que no entiende.
István se pone manos a la obra. Desconecta una red de captadores solares, retira el material dañado y corta una sección del rollo de repuesto. Los únicos sonidos que se oyen son el chirrido de las juntas del traje y el silbido de las tenazas.
Hasta que la estación anuncia, en un tono más alto que nunca: "93% de carga. ¡Nivel de amenaza alfa!".
István da un brinco. Las tenazas abren un agujero en el material de reparación. Otra falsa alarma de una estación alarmista.
La estación repite aún más alto: "93% de carga. ¡Nivel de amenaza alfa!".
Mira a su alrededor. Nada…, salvo un puñado de destellos ardientes en la oscuridad.
István se aferra al vehículo. Mientras lo arrastra por el casco, el traje va rozándose con los captadores; le quedará algún cardenal después de esto. No se detiene hasta que encuentra un saliente.
Acto seguido, ve cómo varios fragmentos de meteorito en llamas impactan sobre los captadores solares, justo donde él estaba un momento antes. El rollo de material que llevaba consigo se desintegra en cuestión de segundos.
"Los técnicos deben regresar cuando la carga del sistema descienda al 40%".
Su carga se mantiene en el 86%.
"Vuelvo a la de ya", dice con voz temblorosa.
