Lore
Centinela
"Soy la pared contra la que se rompe la Oscuridad… Soy la pared contra la que se rompe la Oscuridad… Soy la pared contra la que se rompe la Oscuridad".
Repito estas palabras entre los escombros. Montones humeantes, tierra llena de cicatrices, los guerreros y sus trofeos. Esta es la victoria. Este debería ser el momento en el que todo encaja. Pero yo solo siento el vacío.
Nadie piensa en los titanes como meditadores, pero no puedo pensar en una provocación mejor que la decepción tras la batalla. Todo lo que soy está contenido en el combate. Y, cuando termina, el espacio mismo se estrella a mi alrededor. Antes, yo seguía así, en agonía. La necesidad de escapar de ese sentimiento me devoraba. Por eso, encontraba la forma de empezar algo. Lo que fuera. Solo por ver chispas volando. Ahora medito.
Con el tiempo, aprendí a orientar a mis enemigos hacia esta misma angustia. Cuando no estás preparado para ello, el peso de tu propio significado ante la inmensidad del cosmos puede ser debilitante.
Todavía debo enfrentarme al silencio que queda tras la gloria. Siento la naturaleza del vacío con mayor intensidad en estos momentos. Creo que he empezado a esperarlos con impaciencia.