Special Perks
Protector ascendente
Stats
Defensa | 0 |
Curated Roll
Lore
Empuñaduras Guardia Dragontina
Si no te convence, ¡te devolvemos el dinero!
Patrullar con escuadras improvisadas no es el mejor trabajo del mundo, pero, como dice Shaw, no puedes dejar que la vida te deprima cuando todavía te queda tanta por delante.
Escoge una misión para eliminar a los vex de Ío. Las cuevas son tan profundas que ni siquiera detectan las naves pirámide que los sobrevuelan. Apenas logran escapar a tiempo para ver cómo la nada se traga Ío. Así sin más.
Muy bien, lección aprendida. Se acabaron las cuevas.
El siguiente trabajo es en Europa y la escuadra de Shaw lo deja tirado. Ni siquiera intentan sacarlo del cristal cuando unos caídos que juegan con la estasis lo atrapan. Tarda todo el viaje de vuelta a casa en entrar en calor.
Muy bien, lección aprendida. Es hora de sentar la cabeza, establecerse con un equipo de verdad. Con gente en la que pueda confiar.
Shaw se siente mejor en cuanto escribe el mensaje. Y mientras aguarda respuestas, la Ciudad lo espera, llena de Luz, de vida y de todo lo que se pueda imaginar: capas antiguas de la Casa de los Lobos, con garantía de autenticidad; woks de metal vex, baklava recién hecho. Sus bolsillos por fin están llenos de lumen.
Al pasar, un comerciante grita: "¡Huesos! ¡Ponte unos huesos!".
Un cráneo de lagarto mira a Shaw desde lo alto de un conjunto de hombrera y guanteletes. Tiene pinchos en un antebrazo. Es muy elegante. Y está rebajado. Aunque a lo mejor queda demasiado justo con las armas de Shaw.
El comerciante ni siquiera parpadea mientras Shaw pone a prueba su movilidad en el puesto.
Shaw piensa que esa no es manera de vivir. Siempre en busca de encargos, cayendo en pantanos o en ventiscas de metano sin un amigo con el que contar para salir. Gastándose el sueldo en equipamiento para estar a la altura de la carrera armamentística. Estaría bien tener un trabajo estable y un equipo de verdad. Un lugar en el que sus átomos no terminen esparcidos cada semana a manos de otro alienígena que llega al sistema lleno de resentimiento.
Mueve el brazo.
La hombrera es cómoda. No le queda justa. De hecho, es perfecta. Tiene gracia que pensara lo contrario.
Shaw se dirige a la Torre con un paso más alegre y un cráneo en el brazo. Su Espectro le transmite un mensaje de la red de la Vanguardia:
[EMISOR-3] He visto que buscas una escuadra estable. Creo que he soñado contigo. Deberíamos quedar.
Sí. Shaw tiene un buen presentimiento esta vez.