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Lore
Chaleco Ascenso Pírrico
"Cuando pierdes la fe, pierdes una parte de ti mismo". (Aisha, cazadora humana)
REGISTRO DE RECONSTRUCCIÓN DE LA SIMULACIÓN // LA-01-02 // ARENA DE LAS PRUEBAS, EL FARO, MERCURIO
Un estruendoso torrente de armas automáticas dispara proyectiles que rebotan en la cúpula morada que protege a Reed-7 y a Aisha. Solo quedan dos guardianes en el equipo rival. Los restos del tercero están esparcidos por el suelo, humeantes y todavía crepitando.
"¿Aisha?", pregunta Reed preocupado. Se forman llamas entre los nudillos de Aisha y su barrera empieza a desestabilizarse. Su plan es mejor.
Mientras el guardián rival se cubre para recargar el arma, Aisha se impulsa por los aires. Los restos de la barrera se arremolinan alrededor de sus tobillos, como una corriente térmica. Cuando el guardián rival se da cuenta, las manos de Aisha brillan como el sol. Una docena de cuchillos de plasma condensado lo atraviesan a él y a todo lo que lo rodea, dejando cráteres calcinados a su paso.
El guardián cae abatido. Aisha aterriza cerca, con la capa ondeando a su espalda. Exhausto, Reed-7 levanta el pulgar.
"¿Has visto a Shay desde ahí arriba?", pregunta Reed.
"No. Estará jugando al pilla pilla con el que se hace invisible", responde Aisha, sacudiéndose la ceniza de los guantes. "Vamos a buscarla y terminemos con esto".
Como respuesta, una nube de fuego atómico se alza por encima de un bloque de diseño vex. El Faro emite un sonido suave. El combate ha terminado y ellos han ganado.
Un grito repentino sobresalta a Aisha y a Reed, que se ponen en camino. Se mueven por la familiar arquitectura vex con agilidad, pero se oyen otros dos gritos agonizantes antes de que puedan atravesar la arena. Cuando llegan al lugar de donde procedía el ruido, Aisha ve a Shayura atravesar la cara del otro guardián con su espada. El Espectro del rival gime frustrado e intenta por todos los medios interponerse entre Shayura y su guardián.
"¿Shay?", pregunta Aisha confundida, pero Shayura la ignora y se limita a sacar su espada de la cabeza del guardián muerto. Reed se queda inmóvil, atónito.
Aisha se queda observando hasta que el otro guardián vuelve a la vida. Sin embargo, antes de poder suplicarle a Shayura, la hechicera le corta un brazo y le atraviesa la frente con la espada en un segundo.
"¡Shay, no!", grita Aisha corriendo hacia su amiga. La abraza por la cintura. Shayura grita como un animal aterrado, intentando alcanzar el cadáver del guardián con otro espadazo.
"¡Shayura! ¡El combate ya ha acabado!", grita Reed, volviendo en sí. "¡El combate ya ha acabado!".
Mientras sus compañeros de escuadra la sujetan, Shayura profiere un grito salvaje. Las llamas recorren sus brazos y su espada ensangrentada.
"¡No, no! ¡Para! ¡No!", brama Shayura intentando escapar de sus camaradas. Aisha coge a Shayura de la muñeca para impedir que siga dando espadazos.
"Shay", dice Aisha, intentando hacer que volviera en sí. "¡Shay!".
Shayura suelta un aullido desgarrador hacia los abrasadores cielos de Mercurio.