Lore
Botas Incandescente (sin encender)
Mejora este objeto con leña y ascuas obtenidas durante el Solsticio 2022.
San-14 ocupa el lugar del sargento de armas en medio de una multitud de nuevas Luces. A la mayoría los habían resucitado cerca de las murallas de la Ciudad. Necesitaba distraerse y trabajar, pero, sobre todo, estar en un lugar donde pudiera ayudar.
Se oyen murmullos sobre la leyenda que los aborda y la extraña gallina que se pavonea haciendo ochos entre las piernas de San-14.
"Esta zona está reservada para las Luces sin entrenamiento de combate que deseen participar en el Solsticio. Vamos a poneros al día". Coge un arma de aspecto antiguo. "Este es un fusil Khvostov estándar. Algunos de vosotros estáis familiarizados con esta arma", dice San. "Para los que no lo estéis, es muy simple".
Realiza una serie de ejercicios rápidamente: cómo recargar a gran velocidad, ajustar las miras y eliminar una obstrucción. En los objetivos del campo de tiro, demuestra cómo se puede entretejer la Luz entre las ráfagas de disparos. Cada vez que acierta un tiro al blanco, resuena un clic metálico y se oye el eco del cacareo de una gallina junto a él como respuesta.
"La calma y la disciplina son la clave. Sostener el fusil con firmeza permite controlarlo mejor. Una presión constante sobre el gatillo evitará que el tiro se desvíe del objetivo. Respirad, apretad y disparad".
"Coc".
"Que sí, que sí. Es vuestro turno, nuevas Luces".
El grupo se adelanta y se concentra en sus objetivos. Los aprendices fallan varios tiros, pero un guardián vestido de verde acierta con cada bala y lo celebra.
"Coc".
La nueva Luz mira a la gallina que ahora está a su lado y, luego, a San-14, que también está concentrado en el animal. Tras un momento de vacilación, San dice: "Mmm, bien. Repítelo".
"Lo he hecho perfecto", protesta la nueva Luz sin mucha energía.
San se acerca y le pone una mano en el hombro. "La perfección no garantiza el éxito. La perfección es subjetiva, nueva Luz. Por eso entrenamos".
"¡Pero he acertado todos los tiros!".
"Coc…, ¡coc!".
San-14 asiente hacia la gallina, que se yergue poderosa, con la luz de la mañana perfilándole las plumas henchidas.
"Coronel, la Señora de las Palomas, dice que lo repitas. Yo no le llevaría la contraria".