Exotic Perks
Festín de Luz
Stats
Defensa | 0 |
Curated Roll
Lore
Escamas de Devoraestrellas
Devora los cielos. Atibórrate hasta que toda la luz estelar haya quedado roída hasta la negrura. Entonces, el cosmos temblará al oír tu rugido.
El zumbido de una ola serrada sacó a Ekris de su sueño. Gruñó, bajó de la cama y se desplomó sobre la silla del piloto. Una enorme cantidad de datos fluía por unas gruesas pantallas de cristal y la alarma sonaba a todo volumen. Estudió la situación: fuertes interferencias en los escáneres, fallo en la propulsión de la unidad principal, errores en los detectores de proximidad. Miró por la ventana de la escotilla, un círculo de cristal de poco más de diez centímetros de grosor, y vio una estela de briznas particuladas de color azul.
"¿Choque?", se preguntó.
Una voz habló a sus espaldas. "Estamos a días del cinturón, no hay nada con qué chocar".
Ekris se dio la vuelta y ahí estaba su copiloto. Entrecerró los ojos, intentando acordarse de su nombre, pero no le salía. Lo lamentó. Llevaban ya tiempo en ruta y todavía no lograba aprenderse su nombre.
"Es Raksil", dijo el copiloto enfrascado en las pantallas. "Pones esa cara cada vez que te olvidas de mi nombre".
Ekris se ruborizó y apartó la mirada. "Extraña coincidencia. Mi hermano se llamaba Raksil".
"Hay muchos hermanos Raksil y pilotos Ekris, si buscas", dijo el copiloto.
Ekris no creía que eso fuera cierto, pero daba igual.
"La unidad no funciona", dijo Ekris. "Se ha atascado en un campo o algo".
"Atascado no", dijo Raksil tecleando fórmulas en sus paneles para desconectar la alarma. "Pero lento sí. Velocidad estable".
"No tenemos control…", dijo Ekris, nervioso. "Con suerte, acabaremos a la deriva".
"Largo camino solo para llegar a Misraaks". Raksil se apoyó en el tabique y suspiró. "¿Todavía crees que es el kell de los kells?".
En la mente de Ekris vibraba una sensación extraña. No recordaba haberle dicho eso a su copiloto.
"Lo más parecido que he visto", dijo. "Es diferente, nos une de formas diferentes".
Raksil soltó un chasquido con su mandíbula. "Ya he oído eso antes".
Ekris hizo un gesto despectivo con la garra. "Siempre discutes, te gusta".
"Quiero liberarte de esa obsesión", respondió Raksil.
Ekris resopló. "Un kell de los kells es un símbolo de esperanza para todos los elixni. ¿Prefieres que vivamos sin eso?".
"Este mito nos divide, hermano", dijo Raksil. "Nos consumimos intentando arrastrarnos hasta la cima de la montaña. Luego, miramos hacia abajo y vemos que la montaña está hecha con los jirones de nuestros estandartes".
Algo no encajaba en la mente de Ekris. ¿Raksil acababa de llamarlo hermano?
Raksil continuó: "La única unidad en este camino es la muerte colectiva. El kell de los kells está destinado a gobernar solo en la Casa del Silencio".
Ekris chasqueó la mandíbula contrariado. "¿Por qué los elixni sueñan con este kell, si tanto nos perjudica el sueño?".
"Quizá no sea así", dijo Raksil con una sonrisa pícara. "Quizá algo externo lo haya soñado por nosotros. Para dividirnos".
Ekris agitó sus garras y se puso en pie, paseando por la cabaña. "Basta. Este viaje te ha dejado agotado. Necesitas dormir, vete a tu cama". Había algo más que no encajaba en su mente. Solo había una cama en la nave. Se mareó y perdió el sentido. Cuando volvió en sí, estaba solo.
"Has perseguido este sueño durante tanto tiempo que has olvidado que duermes", dijo Raksil, con un matiz de tristeza en la voz. La voz no provenía de ninguna parte en concreto. La consola del piloto brillaba tenuemente y todo estaba en silencio. Las lecturas de los instrumentos habían disminuido y no había ninguna alarma. Ekris se asomó por la escotilla y lo único que vio fue el brillo de las estrellas lejanas salpicando la negrura infinita.