Exotic Perks
Células de absorción
Stats
Defensa | 0 |
Curated Roll
Lore
Manto de Batalla Armonía
No hay fuerza en el olvido.
Lugar del accidente, Nessus Terrae, segundo día
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Panesh veía el ojo de la guerrera cabal presionado contra el hueco en el metal. El accidente de la fragata los había dejado atrapados en los escombros y solo los separaba una cascada de pesadas vigas de metal.
La cabal tenía todo un pasillo para deambular; sin embargo, ahí estaba de nuevo, y su atronadora voz llenaba el espacio donde el portaluz estaba encogido.
"¿De verdad crees que podrías hacerlo?", preguntó. "Tengo curiosidad".
Panesh se encogió de hombros. "Claro. Eres un objetivo grande. Te dispararía hasta que dejaras de moverte".
"No", gruñó ella. "En una pelea de verdad, con espadas. Sin armas de fuego ni magia de la Luz".
"Vargessus", dijo Panesh con paciencia, "eres cinco veces más grande que yo. Las armas de fuego y la magia de la Luz son mis únicas opciones".
Vargessus se retiró de la apertura asqueada. "Cobardes. Tu especie confía demasiado en la magia". Deambulaba por su pasillo como un animal por su jaula. "Os da el lujo de ser unos blandos".
La interrumpió un zumbido metálico procedente de algún lugar por encima de ellos. Por un momento, el goteo de agua sucia que había en la esquina de la celda de Panesh se convirtió en un pequeño arroyo. Puso su casco debajo del chorro.
"La Luz nos da la libertad de lograr grandes cosas", dijo Panesh. Puso una de sus grebas de metal en el suelo y vertió cuidadosamente la mitad del agua en su interior. "Los mejores pueden ser fuertes si mantienen ese poder dentro, no hay que dejarlo salir".
Panesh deslizó el vaso improvisado por debajo de la viga más baja hacia el pasillo. Hubo un momento de silencio mientras los dos supervivientes bebían.
"¿Ignovun, el líder de la flota de la Emperatriz Caiatl?", murmuró Vargessus. "Su casco fue creado por los psiónicos y contiene su mismísima voluntad. Le otorga poder sobre el fuego".
"¿Qué hace con ese poder?".
Panesh pudo sentir en su voz que Vargessus se encogía de hombros. "Pues mata".
Panesh se rio, pero sintió un pinchazo en el estómago. Se acurrucó sobre sus rodillas. "Ahora mismo, desafiaría a la mismísima emperatriz por algo de comida", protestó.
Oyeron un ruido sobre las vigas colapsadas. Panesh alzó la vista y vio un dedo que empujaba un trozo de ración de carne grasa por uno de los huecos del metal.
"Toma, come", dijo Vargessus. "Quiero que estés fuerte cuando te mate".