Exotic Perks
Quémalos
Tras lanzar un cuchillo de proximidad, obtienes mejor regeneración cuerpo a cuerpo hasta que el cuchillo explote.
Stats
Defensa | 0 |
Curated Roll
Lore
Mano de Calibán
Siempre guarda uno bajo la manga.
Calibán-8 tuvo el peculiar infortunio de "ganarse" el puesto de cazador de la Vanguardia gracias a un juego de cartas que ni siquiera jugó. Todo lo que hizo fue repartir la mano que definió el fin de la apuesta, y de la vida, de Tallulah Fairwind contra un Ahamkara.
No pasaba un solo día sin que deseara haber hecho trampa. En ese entonces, al menos el dragón de los deseos podría haberlo matado a él también.
Ahora, era el segundo cazador de la Vanguardia en la historia de la Ciudad y se la pasaba sentado frente a un escritorio en la Torre. Estaba a cargo de una clase de guardianes tristemente célebres por su falta de voluntad para responder comunicados o seguir directivas. Lulah sabía cómo inspirar el sentido de camaradería en ellos, pero ¿Calibán?
Él solo era un tipo que repartió la mano equivocada.
Mientras se reclinaba en su silla, hizo girar un cuchillo calentado con Luz y lo arrojó al techo. El borde derretido del arma perforó el acero, se enfrió de inmediato y quedó atascado junto a la otra media docena de cuchillas que ya había lanzado para alterar su oficina.
Había sido una tarde bastante tranquila.
Un toque ligero en su puerta llamó su atención. Una figura modesta que llevaba una túnica y una máscara blancas estaba en la entrada de la habitación.
"Trabajas arduamente, según veo", comentó el Orador.
Calibán desdeñó y se puso de pie. "No sé qué esperas que haga desde un escritorio. Ya sabes cómo son los cazadores".
El Orador asintió y miró al techo. "¿Cuántos cuchillos tienes bajo la manga, Calibán?".
"Los que ves ahí", bromeó y apuntó hacia arriba.
"Entonces, parece que debes levantarte y recuperarlos", replicó el Orador. "Igual que tus cazadores".
Calibán empezó a responder, pero, esa vez, no supo qué decir. El Orador se giro hacia la puerta y le habló por encima del hombro.
"Tómate tu tiempo, Calibán. El escritorio seguirá estando aquí cuando regreses".