Classified Item
Bungie has the ability to expose information in the API that, for whatever reason, is not yet ready to be seen. We call these items "classified".
Sometimes classified items eventually are revealed to be real, in-game items. However, they are usually just junk data that made it into the API that isn't intended to be seen.
We include these items in the database solely to provide a complete view of what is in the API files. You should not take the presence of this item as a guarantee of something coming in a future update or attempt to analyze its presence too deeply. Doing so likely will only lead to disappointment.
This item is categorized as classified because:
- It was marked as a dummy item in the API files.
Lore
Capítulo 22
Los homenajes en el taller de Amanda eran muchos. Demasiados para Zavala. Los movió a un costado, mientras evaluaba el daño que había causado el frenesí de Coronel de esa mañana en la Torre.
"Todas esas plumas", musitó. Levantó la tela que cubría las pertenencias de Amanda para limpiar las velas rotas desperdigadas debajo. De la mesa de trabajo cayó un contenedor de tuercas y tornillos. Zavala soltó un suspiro al verlos caer y se apresuró a recogerlos antes de que se pudieran ir rodando. Decidió guardarlos en un cajón. Mientras lo hacía, sus dedos rozaron un papel doblado. Lo abrió.
Un dibujo colorido. No de naves. Ni de aventuras. Sino de un enorme titán azul y una pequeña sonriente.
Las lágrimas corrieron por sus mejillas, y acercó el dibujo a su pecho.
"¿No puedes dormir?", preguntó una voz suave.
Alzó la vista y vio al Cuervo parado delante de él. "Supongo que podría preguntarte lo mismo", dio Zavala por respuesta.
"¿Necesitas compañía?".
Zavala asintió y guardó el dibujo con cuidado en el bolsillo. Miró a su alrededor, al espacio de trabajo descubierto. A la taza de café a medio llenar. Al guante solitario de soldar. A las tablas de datos y los planos, las bolsas de tela y las herramientas.
"Siempre supe que en algún momento… debía enfrentarme a esta tarea. Esta noche parece, eh, adecuada", dijo Zavala. Levantó una llave inglesa con todo su cariño. "Tengo que encontrar un buen hogar para sus herramientas. Alguien que las sepa apreciar".
El Cuervo le dirigió una sonrisa. "Creo que conozco a alguien".