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Lore
Carcasa Protección valiente
Para espectros que mantienen un ojo en el muro.
Además de los ciudadanos, los muros que rodean la Ciudad son la segunda responsabilidad de Zavala. Nunca deja de pensar en su defensa y mantenimiento. En tiempos de incertidumbre, reincide en sus viejos hábitos y sale a patrullar sobre el muro.
En los primeros días de la Última Ciudad, Zavala podía recorrer el perímetro de la Última Ciudad en menos de una hora. Conocía todos los nombres y las caras de quienes tenían allí su hogar.
Ya nadie patrulla el muro entero, o, al menos, no a pie. Habla con cada centinela. Examina cada puerta. Al menos eso sí lo conoce de memoria.
La luna se eleva como un segundo Viajero. Zavala está lo más lejos de la Torre que se puede estar en la Ciudad. Observa cada barrio, ve las luces apagarse en cada uno. Son muchas luces. Y, a la vez, son pocas.
Una centinela sale al muro, e interrumpe así ese momento de contemplación silenciosa. Ella bosteza, sosteniendo entre las manos una taza de café. Se percata del titán de la Vanguardia y toma una postura firme.
"¡Comandante! ¿Estás haciendo una inspección esta noche?".
Él le hace la señal de descanso a la centinela. "Hoy no. Estaba caminando para honrar los viejos tiempos".
Zavala le da un último vistazo a la Ciudad antes de despedirse de la centinela con la cabeza y dirigirse a la Torre. Antes, él llevaba el peso de estos muros sobre sus hombros, como si fueran una carga solamente suya. En estos días, sabe que puede confiar en quienes están bajo su mando.
La Última Ciudad, después de todo, ha crecido. Y él también.