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Lore
El primer cuchillo
"Somos el primer cuchillo".
"El Testigo proclamó 'Somos el primer cuchillo' la primera vez que me encontré con él".
Las palabras de Mara flaquean tanto como su esperanza. Su mirada parece vacía bajo la luz de emergencia del C.E.L.M., fija sobre una línea roja y ascendente en un gráfico, y con el cuerpo doblado sobre una consola. Algo sobre ese ascenso inevitable le hizo recordar eso. Debían seguir al Testigo hasta el Viajero, cuanto antes.
"Fue como si tuviera poder. Significado". Mara habla mientras la línea se engrosa. Se aleja de la consola y se gira a Ikora, quien está mirando fijo el portal y siente emanar de este la misma energía.
Ikora asiente hacia el reflejo de Mara. "Los textos apócrifos que encontramos en la luna, los que tradujo Eris, mencionaban al concepto del cuchillo".
Mara se acerca a Ikora. "E incluso si suponemos que el texto develado es propaganda dogmática, puede que la alegoría encierre alguna verdad". Mara coincide y recuerda los textos y traducciones que hizo Eris. "El cuchillo se vuelve la metáfora de un concepto. Un poder. Un cuchillo que cercena, que corta las cosas en una forma determinada".
"Un poder que cercenó a seres vivos y los convirtió en poseídos". Ikora se gira hacia Mara, busca los ojos de la reina de los insomnes. "Un poder que Oryx blandía". El énfasis en la última palabra remarca lo que quiere decir, y Mara lo entiende.
"Te preguntas si el cuchillo se refiere a un título o un poder", descifra Mara en la expresión impávida de Ikora. "¿Oryx blandió el poder del Testigo como un cuchillo?".
Ikora vuelve a dirigir la mirada al portal. "El Testigo es manipulador. Distorsiona la verdad para torcer las voluntades de sus suplicantes. La fantasía alegórica que nos proveyó el Testigo lo describe como una fuerza cósmica monolítica, pero esa podría ser una sombra de la verdad".
Mara ve a Ikora y percibe cómo se calma. Esta idea moderó sus ansias sobre el futuro. La conversación le trajo calma a ella también, después de todo. Aun cuando la percepción de su hermano es distante y débil, por el momento, no está pensando en él. "Un cuchillo es una herramienta que otra mano blande", aventura Mara.
"Si el Testigo es el cuchillo, como dice, ¿qué lo blande?", le pregunta Ikora al Viajero, el cual no le responde.
Aunque también son palabras dirigidas a los oídos de Mara. "El Testigo no es un ser", coincide. "Es la culminación de un ethos lúgubre creado por los deseos nihilistas de sus creadores. ¿Es su voluntad la mano sobre el cuchillo? ¿O acaso hay algo más?".
La mano de Ikora pareciera estar por asir las esquinas de la verdad, pero se le escapa y se hunde en las preocupaciones y dudas más inmediatas. Mara nota el cambio y se une con ella al precipicio de sus preocupaciones.
"No lo sé".