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Lore
Capa Ídolo atávico
"Tras la disolución del consenso, no hay forma de saber cuánto tiempo podría tardar esto antes de llegar a juicio. Y dada la 'situación' actual… es posible que llegue nuestra muerte antes de que suceda". (Fragmento de reporte de seguridad de la Vanguardia)
LA TIERRA // ÚLTIMA CIUDAD // CENTRO DE DETENCIÓN //
"El primer paso para sanar es aprender a perdonarse a uno mismo. Es difícil, lo sé".
La doctora Syeda Uzair deja a un lado su tabla de datos, luego se sienta un poco más adelante y entrelaza los dedos de ambas manos. En una de ellas lleva una diminuta cadena con cuentas y en la palma derecha un pequeño amuleto de hueso del Viajero. "Shayura, ya sea que un tribunal de justicia te considere culpable o no de tus acciones en alguna medida, tendrás que seguir rindiendo cuentas al tribunal de tu propia conciencia".
Del lado opuesto a la doctora Uzair está Shayura, encorvada en su silla. Mira más allá de su doctora, a través de las ventanas angostas detrás de ella, hacia la enorme figura del Viajero en el cielo. Se ve mucho más grande comparado a las proyecciones que elige para visualizar en su celda.
"¿Quién lo juzga a él?", pregunta Shayura y señala hacia la ventana con la barbilla. Hacia el Viajero.
La doctora Uzair voltea y mira por encima del hombro al Viajero. Sujeta el amuleto con más fuerza. "No lo sé", es su respuesta inmediata, pero la pregunta se abrirá paso por su mente y resurgirá cuando se acueste en la cama esta noche. "Entiendo la condición humana mucho mejor que la de un dios".
"Tal vez el Viajero nos abandonó porque se avergüenza de nosotros. De lo que hemos hecho en su nombre". La voz de Shayura suena pequeña, cansada. Una alerta parpadea en la tabla de datos de la Dra. Uzair, por lo que desvía momentáneamente su atención. Shayura llena el silencio con un suspiro.
"Quizá", dice la doctora Uzair, aunque no es lo que ella cree. "O quizá simplemente a todos nos falta esperanza estos días. Si estás de acuerdo, me gustaría extender nuestra sesión un poco más. ¿Te importaría que lo hiciéramos con invitados?".
Una mueca de preocupación se dibuja en el rostro de Shayura. Se pone a la defensiva y se avergüenza. Se endereza un poco en su asiento. La doctora Uzair puede notar sus nervios.
"Cuando hablamos de perdón, a veces es de ayuda que primero nos perdonen", dice la doctora Uzair con una pequeña sonrisa. Shayura mira la tabla de datos, luego vuelve a mirar a la doctora.
"A Reed-7 y a Aisha les gustaría verte".
Los ojos de Shayura se llenan de lágrimas. Su voz de desacuerdo se evapora.
Shayura entiende que existe una cosa en la que aún puede tener fe: su familia.
