Lore
Yelmo del experto
"Los Sindû habitaron gigantes de gas en las marchas rotatorias. Al principio rechazaron mi invitación. Como todos, acabaron por ver las cosas a mi modo". (Emperador Calus)
Cuando por fin abrió los ojos, Jarus observó la silueta borrosa de un ser gigantesco. El gigante habló. “Bienvenido a casa”, dijo. Jarus pestañeó rápidamente hasta que la habitación empezó a cobrar forma, reluciente como un templo. El gigante habló de nuevo.
“Hijo mío, no temas. Yo te rescaté. Te doy la bienvenida a mi imperio”. Jarus recuperó la sensibilidad en sus extremidades. Estaba inmovilizado y la criatura se levantaba imponente sobre él. Estaba mirando el rostro de la muerte. “No temas, mi futuro guerrero”.
Jarus pestañeó lentamente. ¿Qué les pasó a los demás pilotos? ¿Y el batallón? ¿Lograron huir?
”Tú, el último piloto de los Sindû, serás mi piloto experto”.
No tenía elección.