Lore
Yelmo Apocalipsis Ancestral
“Puede ser que dejes tu primer apocalipsis. Pero el segundo siempre te acompañará”. (El Vagabundo)
El Vagabundo inclinó su asiento, manos sobre la cabeza. Iba sentado en su hipernave de clase Arcadia sobrevolando un tren de suministros que iba hacia la Ciudad. La titán dueña de la nave, sentada junto a él, maldecía mientras intentaba alinear la nave con el tren.
"Espero que valga la pena", dijo ella.
"Ya te lo he dicho, te llevarás el doble de motas en tu próxima partida de Gambito. Sé lo que hago. Confía". El Vagabundo se incorporó. "Acércate. Yo me encargaré del resto. Solo asegúrate de que tengo forma de volver".
Al abrir la escotilla de la nave, el viento entró aullando en la cabina. Él alzó la voz por encima del ruido: "Menos mal que no sois militares. Es más fácil sobornaros".
"Ve a jugar en el Plano Ascendente", respondió a voces la titán.
El Vagabundo saltó de la nave y aterrizó hábilmente en el vagón. Desenfundó un enorme cañón de mano y reptó hacia adelante, con el viento sacudiéndole la gabardina.