Special Perks
Ventajas aleatorias
Stats
Impacto |
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92 | |
Alcance |
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65 | |
• Damage Falloff | |||
Estabilidad |
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32 | |
Manejo |
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34 | |
Vel. de recarga |
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30 | |
• Reload Time | |||
Puntería asist. |
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66 | |
Capacidad |
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55 | |
Zoom |
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14 | |
Efectividad en el aire |
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23 | |
Direc. de retroceso |
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95 | |
Disparos por minuto | 120 | ||
Cargador | 8 | ||
Ataque | 0 |
Curated Roll
Lore
Mazo ígneo
Forjado en fuego y poder.
"No tienes que hacerlo si no quieres", dijo Ikora. "Lo entenderé".
Del otro lado de la biblioteca, Aunor frunció el ceño. Era quizás la más diligente de los Encubiertos, ya que se había dedicado por completo a la desagradable tarea de rastrear guardianes corruptos. Pero era eso lo que preocupaba a Ikora. Cada vez que se veían, ella parecía más demacrada que la vez anterior. Un poco más irritable. ¿Acaso esta cruzada le estaba empezando a pasar factura? ¿Era un error darle otra tarea en vez de un descanso?
"Cumpliré con mi promesa", profirió Aunor antes de teletransportarse.
Esa declaración no había aliviado ni un poco las preocupaciones de Ikora. Dejó escapar un suspiro y se frotó las sienes.
Sin embargo, no pudo pensar en eso por mucho tiempo. El aire crepitó de nuevo. Cuando Ikora abrió los ojos, Saint estaba parado exactamente donde había estado Aunor hacia unos instantes. "Ikora Rey, lamento venir sin previo…"
"¿Cómo llegaste aquí?", dijo sorprendida. Solo los Encubiertos sabían la ubicación de su biblioteca privada. O eso había pensado.
El exo la miró confundido. "Me… me teletransporté", dijo. Lo intentó una vez más. "Lo siento, pero tengo que hablar contigo".
"No, yo soy la que debe disculparse. Por favor, siéntate". Se apresuró a apartar los libros apilados en los lados de un sillón. "Recibí tu mensaje. Es lamentable que esto haya sucedido otra vez".
Saint se sentó; su armazón gigante eclipsaba el sillón. "Es lamentable, sí. Y preocupante. Temo que…" Hizo una pausa y miró por la ventana. Afuera, el sol de la tarde se había vuelto dorado y ya se estaba hundiendo en el horizonte. "En la batalla, sé lo que tengo que hacer. No hay dudas. Con las Pruebas, fue lo mismo. Pero ahora, ya no lo sé".
"Entiendo. A veces, parece que estos incidentes están diseñados para hacernos dudar de todo, incluso de nuevas propias habilidades". Ikora se sentó a su lado. "Pero no hay nadie en quien confiaría más para dirigir las Pruebas en un momento como este".
"¿Ni siquiera el hombre por el que reciben su nombre?". Saint dejó escapar una risa triste. "En todo caso, no quiere hacerlo. Le pregunté e inmediatamente me dijo que estaba muy ocupado como para importarle. Me dijo que las cancele si estoy tan cansado".
"Bueno, es verdad que está ocupado. Casi es una tercera Vanguardia con todo este conflicto de los cabal. Tal vez después de que lleguemos a un acuerdo con Caiatl…"
"No me entiendes. Me alegra que esté ocupado. Estar ocupado es algo bueno. Lo distrae de su pérdida. Pero todavía está…"
"¿Cambiado?".
"No. Sí, pero más que eso". Sacudió la cabeza, frustrado. "Cuando le comenté del incidente, pensé que se preocuparía, como yo. En cambio, me dijo que la próxima vez tome notas. Dijo que la información sería útil", escupió con disgusto.
Ikora miró a Saint mientras esperaba que dijera algo más. Cuando no lo hizo, se reclinó en su asiento y pensó. En realidad, no estaba sorprendida. Después de todo, Osiris era un experimentalista, y uno con poco tacto. Y aunque este comentario era más frío de lo habitual, no entendía la preocupación de Saint. Parecía perturbado, casi como si estuviera enojado con Osiris…
"Eso no debe haber sido muy agradable de escuchar, después de todo lo que pasaste", comenzó lentamente. Saint apartó la vista, lo que confirmó su teoría. "Pero creo que no tiene malas intenciones. Sabemos muy poco acerca de la Oscuridad. Sin dudas, sería muy útil obtener más información".
Saint no dijo nada. La luz que se filtraba por la ventana adquiría un color anaranjado sobre su yelmo.
"Pero", continuó ella, "no deberíamos poner en peligro a los guardianes para obtenerla. Sin importar lo que piense Osiris ahora, las Pruebas comenzaron como una manera de entrenar escuadras, y eso no cambiará". Se levantó y posó una mano en el hombro del exo. "Lo prometo".
Él asintió con la cabeza, los ojos todavía fijos en el horizonte. "Bien".