Special Perks
Ecos de gloria
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Lore
Botas Borde Desvinculado
Ponte en posición.
Los androides del C.E.L.M. habían realizado sus tareas asignadas de forma diligente antes de que Failsafe se dirigiera a uno de ellos. Este miró hacia arriba, giró hacia la consola de la IA e inclinó su cabeza.
"Hola, amigo", le dijo Failsafe, en voz baja. "¿Puedes hacerme un favor?".
El androide asintió y avanzó hasta ella. Failsafe lo dirigió para que mirara hacia su derecha. Un cráneo vex yacía en el suelo.
"El guardián lo dejó", comentó Failsafe, respondiendo la pregunta muda del androide. "Lo acaba de teletransportar. Necesito que me conectes".
El androide soltó un chirrido suave, luego asintió y se detuvo para levantar el extraño aparato. Era pesado, pero el androide se tambaleó y levantó el cráneo vex para que Failsafe pudiera inspeccionarlo. Estaba intacto, el cuello había sido cortado con precisión y el ojo estaba limpio y sin daños.
"Se ve bien", mencionó Failsafe. El androide llevó el cráneo a la mesa de investigación y conectó una compleja red de cables en varios puertos dentro de la cabeza del vex. En el ojo se encendió una luz intermitente y Failsafe parpadeó al unísono.
"Puedo continuar por mi cuenta desde este punto", dijo Failsafe.
El cráneo vex chispeó y siseó por un segundo bruscamente antes de que Failsafe lo calmara con un código improvisado. El ojo parpadeó de nuevo y luego se atenuó hasta apagarse.
"¡Gracias, amigo!", le dijo Failsafe al androide, alegre. "Fuiste de mucha ayuda".
El androide hizo un gesto con el pulgar para arriba y trinó con un "¡de nada!" pregrabado antes de apartarse del camino, en espera de su próxima orden.
Failsafe se concentró en el vex y escudriñó su mente. Transmitió una serie de comandos al vex incapacitado, y al ejecutarlos tuvo acceso inmediato a tres capas de información encriptada.
No era suficiente. Ahora tenía un diagrama del interior de Nessus, pero nada que sus escaneos profundos no le hubieran dicho ya. El sistema del vex producía datos inútiles por reflejo, como respuesta inmune a su sondeo. Failsafe escribió una subrutina que se desharía de la información que no servía mientras avanzaba hacia la profundidad de la mente vex.
Podía ver algunos túneles más profundos. Sus dimensiones, el volumen de radiolaria. Esta unidad vex había supervisado algunas de las construcciones, pero eso había sido hace siglos. El planeta había cambiado. Nuevos caminos se habían cavado, expandido o desviado. Fue más profundo. A Failsafe le costaba interpretarlo. Estaba atestada de información iservible. El vex intentaba abrumarla.
Siguió avanzando. Lo que descubrió la sorprendió. Este vex había estado desconectado de una mente durante más tiempo del que Failsafe pensó. Había estado reuniendo información individual, interpretándola, cotejándola y asimilándola para sí mismo. Había completado tareas no porque una mente lo hubiera pedido, sino…
Acceso denegado.
Failsafe retrocedió.
La IA miró con sorpresa mientras un paquete de datos autocontenido se abrió por voluntad propia y comenzó a correr. El mecanismo de defensa núcleo de Failsafe se cerró de golpe para repeler al código intruso.
"¡Desconéctame! ¡Desconéctame!", gritó Failsafe y el androide se apresuró para llegar al cráneo y tirar de los cables que habían estado conectados hacía un momento.
Hubo un largo silencio, excepto por el suave zumbido de un ventilador.
"Eh, eso… no estuvo bien. Fue bastante malo, a decir verdad", dijo Failsafe. "No le digas a la Vanguardia, ¿entendido?".
"¡Entendido! ¡Entendido! ¡Entendido!", chilló el androide y se llevó al vex para desecharlo.
