Exotic Perks
La voz perdida
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Lore
Visión de orador
A sus oradores, el Viajero entrega sueños, y no mucho más.
—Sueño con una estrella que cuelga del firmamento: brillante, refractiva, astigmática. En el ocaso verde se veía clara, en el alba dorada se veía distante. Me hace compañía día y noche, y de un sueño a otro sigue allí. Da igual el cielo, da igual estar adentro o afuera. En el corazón de un complejo subterráneo profundo brilla la estrella por los ductos de la ventilación. Siempre sé adónde voy.
—Sueño con una loba cansada de ojos cándidos, una madre con cachorros detrás. Sabe que no soy una amenaza, pero me quedo a cierta distancia de todos modos. Tener modales no es optativo. Ella no habla.
—Sueño con el crepúsculo, una y otra vez.
—Sueño con lanzas. Busco la simbología por los archivos… Cacería de jabalíes y defensa, creatividad y fuego, sacrificio y martirio. No entiendo los sueños. Permanecen junto a mí por mucho, mucho tiempo.
—Sueño con la paz. Sueño que despierto con el sol naciente, con la calma del amanecer, con la canción de los pájaros y el batir de sus alas. Sueño que no hay miedo y que no hay muros, y que el único problema al que me enfrento es dar sombra a mis ojos cuando salgo al mundo.
—Sueño con soñar. Me despierto en un nuevo sueño dentro de otro sueño. Existió la época en que las personas como yo soñaban y había una historia. Ahora solo sueño augurios, desdibujados en la caída del bambú y la borra de las tripas. Sueño que tenía un sueño en el que entendía, sin lugar a dudas, lo que me decían. Pero al despertar no quedaba más que humo.
—Sueño con diseños en el humo, con hojas caídas que dibujan imágenes por un brevísimo instante antes de que se las lleve el río. Siento una pena aplastante y no entiendo por qué.
—Sueño que soy una voz atrapada en una garganta, un corazón atrapado entre las costillas, el retumbar de una vida que solo existe en una jaula. Soy Luz mecida en vidrio y cables, soy un escudo que sueña con ser el cielo y se enamora de las nubes. Miro hacia mí y soy tan, tan insignificante…
—Y despierto, y recuerdo los sueños que tuve antes aunque no los entiendo. Pero se acomodan de manera ordenada en una larga fila paciente.
Tengo tiempo para arrojar los huesos y descubrir lo que me dicen.