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Lore
Distintivo Sublime
Celebramos el futuro que construiremos juntos.
Zavala siente la atmósfera dentro de la tienda de Rehnpeir algo diferente hoy. El ruido está apagado, la luz le resulta severa. Se para a mirar con detenimiento una pieza de arte en la pared. Colores intensos sobre un lienzo, evoca la forma de un yelmo. Se pregunta hace cuánto tiempo estaría eso allí.
Lo sorprende una mano sobre su hombro, la cual lo saca de su ensoñación. Se da vuelta y ve a Sloane, quien lo guía hacia su mesa. Se sienta frente a ella, pero mantiene su mirada fija en los pétalos de flores y la línea de oropel festivo en el borde de su peto.
"¿Las festividades te tienen embelesado?", pregunta Sloane. Zavala gruñe en una afirmación evasiva.
"¿Dónde está Síocháin?", dice en su lugar.
Sloane se encoge de hombros. "Con Glint, la última vez que la vi. Poniéndose al día". Zavala se mueve incómodo ante su despreocupación.
Hacen sus pedidos. Sloane ni siquiera mira el menú, que ya se volvió a aprender de memoria. Zavala tarda demasiado tiempo en encontrar su plato usual, escondido en la parte trasera del menú. ¿Siempre ha estado ahí?
Lo pide con picante extra.
Sloane bebe su té un momento y ve el esfuerzo de Zavala por concentrarse en algo diferente. "¿Te resulta difícil?", le pregunta después de un rato.
"¿Qué cosa?", le responde, haciendo como si no entendiera la profundidad de su pregunta.
Sloane ajusta sus palabras. "La estasis… debe ser todo un cambio".
Él reconoce su nueva estrategia y modifica la propia para estar a la altura. "Las opiniones sobre la Oscuridad cambiaron mucho", dice sin emoción.
"No te pregunté qué piensa la sociedad. Te pregunté por ti", insiste Sloane.
"Mis opiniones… también fueron cambiando".
Sloane asiente. "Es difícil el cambio, pero si existe alguien en el mundo que puede hacer algo así, sé que ese eres tú", le dice con franqueza.
Los tazones de fideos humeantes hacen su aparición. Zavala de pronto se siente agradecido por ello, y turbado por el alivio que le da la distracción.
"¿Cómo está la Vanguardia?".
"Rara", admite Zavala. Revuelve los fideos y mira el humo subir por el aire. "Era difícil creer que llegaríamos tan lejos. Y ahora… nos estamos adaptando a este nuevo modo de vivir, supongo".
"Va a mejorar. Un día a la vez", le asegura.
Suena un tanto cliché, excepto por que sale de los labios de Sloane. "A veces es difícil verlo de ese modo", le dice Zavala a sus fideos.
"Puede que las cosas hayan cambiado, pero estamos juntos en esto", dice Sloane. Zavala la ve levantar una mano y colocarla sobre la suya, y la mira. "No lo olvides".
Intercambian una mirada de comprensión, mientras Sloane le aprieta la mano para reconfortarlo. El contacto físico lo devuelve al momento. Pase lo que pase, cuando piensa en el futuro, Zavala es capaz de sentir una tibia esperanza. Tal vez distante y leve.
Crecerá.
