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Lore
Yelmo Predecesor de hierro
"Algunos conocen la leyenda. Nos arrojamos a las cuchillas de la tiranía para que otros pudieran vivir en libertad". (Lord Saladino)
I.
Saladino recuerda lo que era ser joven. Recuerda la euforia de descubrir el poder infinito que ahora tiene en sus manos. También recuerda el terror, su primera muerte y la agonía de un pulmón perforado. Su boca estaba demasiado llena de sangre como para decir algo o suplicarle a su espectro, así que usó la mirada en su lugar.
Saladino recuerda su segunda muerte porque fue más rápida que la primera: un mal paso en un campo minado en las afueras de lo que solía ser una ciudad llamada Nursultán. Se rio mientras su espectro lo volvía a armar. Luego, lloró.
Saladino recuerda sus muertes, de la tercera a la sexagesimaquinta, pero no piensa mucho en ellas. En cambio, lamenta las miles de horas de sueño perdidas por las pesadillas, y cuán menos vibrante su recuerdo de ese periodo de su vida es comparado con sus nobles siglos como Señor de Hierro.
Saladino recuerda el día en que dejó de contar muertes. "Algo cambió en ti", dijo Jolder y puso su mano sobre la suya.
Saladino recuerda todo esto y más cuando mira al Cuervo. Siente la rabia hervir en su vientre cuando Osiris le habla del sufrimiento del joven Portador de la Luz a manos de sus compañeros guardianes. Osiris le pregunta si puede guardar un secreto.
"No me gustan los secretos", dice Saladino, y ese es el fin de la conversación.
