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Pantalones "Caminante de represa" de la ANP
[DÍA 287] Una presión se eleva y señala el peligro inminente.
"¡No hay dónde esconderse!", rio Sloane sardónicamente en las comunicaciones, en su voz se escuchaba su irritación. Se giró en el océano expansivo y vacío con intención, con los brazos del exoesqueleto desplegados, y se dirigió a su espectro. Hacía días que caminaban por la nada desolada, tras el rastro del siguiente sitio. "Tenemos que seguir atacándolos".
"Hace más de un año que seguimos olas de la Pirámide, de la plaga. Estás empeorando". La carcasa de Síocháin atravesaba el metano como la aleta de un pez. "Y HAY algo afuera que nos sigue, o que va delante nuestro...".
"Lo sé, es algo antiguo". La voz de Sloane no mostraba emoción. "Ya te lo dije. Creo que me está hablando, o... bueno, pensando en mi cabeza". Por un momento, reinó el silencio, que luego se llevó la corriente.
"Ah... ¿en serio? ¿No me quieres contar más?", preguntó la espectro con frustración contenida.
"Lo que sea que esté ahí afuera... Creo que nos está guiando. O intenta ver si puede confiar en nosotras. Si somos... ¿compatibles?".
"Ah, suena lindo y vago", bufó Síocháin. "¿Estás segura de que eso es lo que quiere? Porque tenemos a una DIOSA DE LA COLMENA siguiéndonos. No podemos darnos el lujo de confundirnos".
"Es una sensación, y ese no es mi fuerte. Pero mi intuición dice que tiene buenas intenciones. Xivu Arath, por su parte...".
Síocháin se dejó caer al fondo de mar. "¿ESO es lo que venimos siguiendo? ¿Tu intuición? ¿Crees que puedes ir de lucha en lucha detrás de una sensación y seguir adelante como si nada?".
"¿No es esa la idea? En términos prácticos, soy inmortal", Sloane se detuvo y negó con la cabeza. "El traje se está agotando. Las raciones... Escucha, tenemos que terminar la misión mientras aún puedo pelear".
"Titán ya no está, Sloane", Síocháin se levantó y flotó delante de ella. "¿Qué pasará si mueres en alguna parte demasiado oscura como para arrastrarte de vuelta? ¿Alguna vez lo pensaste?".
"Dice la espectro temeraria que se enfrenta al ejército entero de la colmena con un par de cuchillas de afeitar", rio Sloane para sí. "De verdad, ¿en serio pretendes sobrevivir a... lo que sea que es esto?".
"No", dijo Síocháin con resignación. "Esperaba que tú sí".
La expresión firme de Sloane se desmoronó por un instante.
Ellas no eran así.
Cerró el visor, limpió su garganta y se giró para seguir adelante. "No quiero discutir más. Es una orden".
"Pero eso... ¡eso era lo que yo te estaba diciendo!". La espectro se lanzó hacia adelante. "¡Oye! ¡No te alejes de mí!".
Sloane se detuvo. El metal pesado alrededor de sus botas se hundió en el fondo marino sedimentario. "No me alejo... ¡NO HAY adonde ir! ¡Ese es MI punto!", Sloane señaló con el dedo a su espectro.
"No me voy a morir de hambre toda la eternidad para terminar igual que el demente que se encarga de Gambito… si alguna vez llego tan lejos. Pero no te tienes que preocupar por eso. Déjame ser útil mientras pueda. Y luego continuar cuando todo termine".
Síocháin zumbó contemplativa durante un rato. "No quiero sobrevivir sin ti".
"Eso no podemos elegirlo". Sloane enderezó su postura. "Si no puedes soportar el golpe, pues vas y atacas primero". Sloane levantó su visor y miró a Síocháin directamente. "Ese es el mejor plan que tengo mientras sigo esperando. ¿O tienes uno mejor?".
"… No".
"Pues manos a la obra".