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Lore
Prodigio luminoso
"No importa qué tan alta sea la cumbre, lo que pesa es cuántas personas guiaste a la cima". (Comandante Zavala)
"Parece que ya te acomodaste en tu nuevo escondrijo". En el nuevo bar de la Araña hay poca privacidad, pero según la estimación del exguardián Prak'kesh, los patrones están cumpliendo con su trabajo de mantenerlo a salvo. Como él, no están seguros de que las negociaciones vayan a funcionar.
"Ambos hemos tenido que adaptarnos a las circunstancias cambiantes". La Araña mira a Prak'kesh con una expresión de diversión fría. "Sé que al comandante de la Vanguardia no le gusta tu trabajo actual".
Prak'kesh se encoge de hombros. "Soy corredor, nada más. Vine a hablar de los Juegos de los guardianes".
"Sí, los Juegos de los guardianes". La Araña mueve las manos en un gesto burlón, como en un espectáculo. "Titanes, hechiceros y cazadores compiten por el corazón de la Ciudad. Y cada año, tú haces una fortuna con ello".
Prak'kesh mira a su guardaespaldas insomne, Tulnik. Parece aburrido, pero le pagan para parecer imperturbable. "Se dice que últimamente tienes cierto interés por los Juegos".
"¿Sí?", gruñe la Araña, como ausente. "Supongo que a mis asociados les divierten los deportes sangrientos de vez en cuando". Hace un gesto hacia Arrha, quien está en pie y de mal humor contra la pared. "Espero que no estuvieran husmeando donde no debían".
"Tan solo no esperaba compañía".
"Ahora que lo dices…", los ojos de la Araña brillan mientras se inclina hacia delante. "Yo creo que estos Juegos de los guardianes se podrían volver muy populares aquí, en el distrito Botza".
Prak'kesh asiente con cansancio. "Seguro".
"A la Casa Luz le fascinaría, con algo de… mercadeo dirigido". La Araña junta dos de sus manos. "¿Quién no quisiera apoyar a su Casa de guardianes favorita? No sé cómo funciona todo esto, pero alguien como tú se lo podría explicar a los demás. En términos simples. Amplía tu alcance a nuestro rincón perdido de la ciudad".
"Serían muchas apuestas nuevas", dice Prak'kesh con cuidado. "¿Qué puedo hacer por ti, Araña?".
"Eso es, ¿lo ves?", la Araña se ríe. "Estoy seguro de que podemos llegar a un acuerdo razonable".