Related Collectible
Lore
Botas Furia resonante
Busqué alivio. Encontré deleite.
Ella construye un palacio aquí en su escondite y yo percibo a través de su seguridad en sí misma. A pesar de todos sus grandiosos tratados sobre los secretos, la princesa de la colmena pide a gritos: "Mírenme".
Y entonces la veo hoy, mi Testigo, con un hermano ausente. La pérdida verdadera y consecuente es algo nuevo para ella, pero esconde bien su disgusto por lo amargo. Me dirijo a ella. "Savathûn, tu hermano ya no está. Está ausente de la forma final de las cosas, y así debe ser siempre. Pero percibo una influencia externa".
"¿Acusarías en lugar de afirmar, Rhulk?". Se oculta tras tonos de puerilidad. "He desempeñado un papel en la mayoría de las muertes de mi hermano".
"Muy cierto. ¿Debo felicitarte? Supongo que luego de tantos eones de matarse el uno al otro para fortalecerse, su final debe sentirse como un gran logro. Ya no debes luchar contra su mortalidad fingida. Ahora solo los asuntos importantes ocuparán tu preciado tiempo".
"Y, afortunadamente, ahora estoy bien preparada para cualquier conflicto".
"¡Ah, casi lo olvido! Eres la presunta heredera del dominio de Oryx, ¿verdad? Sé que ustedes, la colmena, son reacios a aceptar obsequios en vez de tomarlos. Ejércitos. Flotas. Y, por supuesto, los poseídos".
"Si hubiera visto venir esto, quizá incluso podría haberme preparado para asegurar el secreto de la posesión misma".
Me río a carcajadas. Ni siquiera intenta ocultar su desagrado por la risa de los de mi especie y es una gran satisfacción dejarla salir libremente. "Qué inteligente. Siempre un paso adelante. Los poseídos te servirán contra los guardianes hasta que te maten igual que a ellos".
"Mi dulce y vil hermano veía un escalpelo y pensaba que era un martillo. Yo no soy él".
"Sí, parece que logras encontrar usos mucho más creativos para tus juguetes. Es una lástima que eso vaya a ser tan desafiante para ti en el futuro".
"¿Desafiante?". No veo confusión en su cara a menudo. Saboreo el aroma.
"Hasta ahora, la sombra de la que te escondías era la de tu hermano. Sin el rey de los poseídos para envolverte en las sombras, estás expuesta al sol y a la vista de todos, ¿no es así? Sin sombras, sin escondites, sin trucos. Solo los guardianes y sus armas capaces de matar a dioses".
"No tengo mucho que temer del sol", insiste, pero no hay ninguna expresión en su rostro, ningún placer oculto.