Special Perks
Stats
Velocidad de golpe |
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40 | |
Impacto |
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60 | |
Estabilidad |
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0 | |
Eficiencia protección |
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0 | |
Resist. de protección |
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0 | |
Capacidad |
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0 | |
Zoom |
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0 | |
Tasa de carga | 52 | ||
Cap. de munición | 60 | ||
Ataque | 0 |
Curated Roll
Lore
Mal augurio
Que sea lo que la suerte quiera.
La Bruja.
El Adepto.
Eris Morn colocó ambas cartas en su mesa de trabajo, las caras iluminadas brillaban bajo la luz de su lámpara.
El Mazo de los susurros no había permanecido ocioso desde el fin de su metamorfosis. Ella y otros habían consultado las cartas en ocasiones. Cada suplicante se había acercado con una pregunta y se había ido con una nueva perspectiva. Por ahora, no podían proveer nada más.
Habían dejado de susurrarle desde que su venganza quedó satisfecha, pero Eris todavía podía sentir la atracción de los hechizos de la colmena tejidos en su propio ser. Cualquier otro practicante las considera imágenes planas, una simple pista a un destino más profundo. Sin embargo, estaban tan vinculadas a ella que todavía las podía leer, incluso sin su forma aterradora.
Savathûn y Xivu Arath. ¿Adónde habían escapado? ¿Qué estaban planeando? Las hermanas volvían a estar unidas, el vínculo natural de amor y lógica restablecido.
Eris colocó una tercera carta junto a las otras.
El Heraldo.
Todavía tenía un rol que cumplir en todo esto. Miró fijamente la imagen de ella misma y acarició el borde con su dedo sin guantes.
Pronto vendrían por ella.
Por un breve instante, Eris recordó la forma de sus propias garras. El poder de la colmena en sus manos. Y lo mejor de todo, el miedo, el pavor, el corazón roto de Xivu Arath cuando era derrocada de su trono.
El sentimiento se evaporó. Las caras en las cartas la miraron. Las tres volvían a unirse: Eris Morn, Savathûn y Xivu Arath. Las cartas hablaban de un enfrentamiento, pero también de sororidad. Xivu Arath la había llamado "hermana". ¿Lo seguía siendo?
Una carta final.
Lamento.
La cara de Oryx, su Acorazado, su lógica y sus leyes. Ese fantasma con una sombra tan extensa que perduraba mucho después de su muerte.
Se tensó por un momento. Miró fijo cada carta antes de levantarlas y colocarlas de nuevo en el mazo.