Lore
Acechador nocturno
Parece que no puedo entrar en comunión con el vacío con el estómago lleno. Debo estar con el estómago sin nada y sintiendo hambre para obtener los mejores resultados. Cuando comienzo a sentir esos retorcijones, la escucho. Es como una voz que susurra a través de mí. Cuando aprendí esa lección, entendí que los trabajos diurnos no eran una opción, porque el desayuno es la comida más importante del día y eso. Pero aquí estoy, de madrugada, en la copa de un árbol viejo y grandote, fantaseando sobre mi próxima mordida. No son las peores circunstancias para llevar a cabo una investigación, pero, si hay que saldar una deuda con un canalla, tener un lugar para sentarse ya es buena fortuna.
Tengo a mi objetivo a la vista; así ha sido desde hace días. Este kell por fin parece estar cómodo: duerme al aire libre, rodeado de sus sirvientes. Pensé que debían ser su última línea de defensa, pero aún no se han dado cuenta de que estoy aquí. Supongo que no es fácil encontrar buena ayuda.
Le habría disparado hace horas, pero primero debo hacer un disparo de advertencia para que esté consciente de la situación y sepa "quién lo mandó al otro mundo". A los señores de la guerra les encanta enviar mensajitos y este caería en oídos sordos si este sujeto no está despierto. Sigue durmiendo. Qué envidia siento.
Eso me recuerda que descubrí otro truco para quedar bien con esa enorme boca de absolutamente nada a la que llamamos el vacío: la fatiga. Es cuando empieza a acercarse el crepúsculo, ese momento en el que no sé si estoy en el mundo real o en el mundo de los sueños, que siento la ausencia. Está tan cerca que hasta puedo tocarlo. Creo que no importa si es literal o metafórico, pero parece que al vacío le gusta cuando sigo adelante sin nada dentro.
Lo veo agitado. Es hora de poner manos a la obra. Disparo una ráfaga al lado de su cama. El tipo trata de pelear con el delator sonido de ventosa alienígeno, pero no tiene ninguna posibilidad. Mira hacia todas direcciones buscando frenéticamente al perpetrador… y me reconoce. ¡Esa es mi señal! Bum. Misión cumplida. No podría hacer eso con el estómago lleno.