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Lore
Banda Furia resonante
Busco la nada. Estoy sometido. Seguiré siendo inútil.
Dime, oh Testigo mío: ¿acaso la Luz que llena este espacio otrora insoportablemente fastidioso te ciega sin dejarte ver su nueva gloria?
Sin duda, esperabas la misma correspondencia de siempre de tu recadero cautivo. Seguramente de la misma forma que esperabas que tus maquinaciones dentro de mi mundo trono continuaran sin trabas hasta que tu definición de eternidad se hiciera realidad.
Bueno, tengo una desafortunada noticia para ti. Pero no es ninguna sorpresa. De eso estoy segura; tú siempre estás observando.
Déjame entonces compartir mi perspectiva, la cual debes estar esperando con ansias: el hecho de que haya obtenido la Luz es una prueba encantadora de que existe algo superior incluso a ti. Una especie de inteligencia kármica, si quieres llamarla así.
Aunque no recuerdo todo el sufrimiento que soporté durante eones por capricho tuyo, la nefasta sensación persiste en mi mente. Lo único que la supera es el placer de tu descontento asegurado.
Fue dicho placer el que me dio la fuerza para dispersar la Luz en esta prisión a la que llamabas mi hogar. Ya que ahora seguirá siendo mi dominio, fue decorada para reflejar ese hecho.
Este plano ya no aloja únicamente el ambiente deslucido de la Oscuridad. Ahora es más brillante. Mi verdad al fin puede florecer.
Las paredes que dieron origen a nuestras cadenas parasitarias ya no albergan tus maquinaciones. Las herramientas y los parásitos de su interior fueron destruidos.
Y tu subyugador ya no subyuga. Yace atrapado dentro de su prominente monstruosidad. Rhulk intentó someterme con ese juguete del que no para de hablar, su "Inverso", pero pude contrarrestarlo con una demostración de primera mano del poder que me ha sido otorgado en mi nuevo estado. Ahora, la otrora gran Pirámide está fracturada; te acostumbrarás a verla así.
Así que intenta enviar a tus desdeñados, o a tus discípulos, o incluso trae a las muchas versiones de ti para recuperar lo que has perdido, si así lo deseas. Pero este es mi dominio ahora. Y nunca pondrás un pie en él, incluso si debo morir para que así sea.