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Banda "Caminante de represa" de la ANP
[DÍA 402] PORTAS MI ESTANDARTE. —Xivu Arath, diosa de la guerra de la colmena.
Sloane se arrodilló, no podía pararse. Todo el peso del océano de Titán que la rodeaba no era nada en comparación con la presión de la voluntad de Xivu Arath inmovilizándola.
Una horda rechinante de la colmena mostraba sus sonrisas sin labios alrededor de un solo caballero poseído. Él se irguió ante ella blandiendo una brillante espada que sostenía un terraplén opresivo de obsidiana afilada. El terraplén se cernía sobre sus cabezas. Una voz emergió, crepitante, urgente, como sangre que se derrama.
SOLDADO DEL CIELO, TU FUERZA SE DESVANECE, TU ESTRATEGIA ES DEMASIADO OBVIA.
TOMASTE SIN RECLAMAR, AHORA TE RECLAMO YO A TI.
EL CIELO, LLAMADO A CAER UNA VEZ MÁS, SUJETADO POR UNA HOJA DE LA NOCHE.
INVOCA TU POBRE LUZ, TU ANCLA AL CIELO, ESTÁS DERROTADA.
La voz de Xivu se elevaba desde su proyección, en un estruendo desde la Terraza Oscura, con una risa como un grito de pavor.
TU PORTADORA TE NECESITA, ESPECTRO.
SÉ VALIENTE.
Sloane sintió agujas de hilos resueltos entre las hendijas de su armadura engancharse en sus músculos y comenzar a arrancar lentamente los remaches de su potente traje incrustados en los huesos. Un destramado violento hacia un final lento y doloroso.
Síocháin veía la tortura desde su escondite entre las rocas, con las cuchillas extendidas, a la espera de una oportunidad de atacar. Los minutos parecían horas, pero Sloane se sujetaba a la vida envuelta en una nuble teñida de rojo.
El delirio y la agonía le nublaban la mente, pero una oferta atravesó la cacofonía de la guerra. La oyó en su mente como si se le hubiera ocurrido. Una promesa rota:
|Vincúlate|
|Vive|
Ella consideró la oferta.
Síocháin se lanzó hacia adelante, no podía seguir mirando, y cortó a un enjambre de lacayos con sus cuchillas. Si pudiera llegar a Sloane, si consiguiera liberarla...
Xivu Arath soltó una risa estridente.
ESTE BOCADITO ES PARA QUE YO LO CONSUMA.
Lanzas de ónice puro se abalanzaron entre el océano para atravesar la pequeña Luz. La Terraza se hinchó y se acercó, creció como si fuera a explotar. Por un momento, Síocháin pensó que Xivu Arath saldría imponente de la Terraza Oscura, blandiendo una espada con su mano corpórea. Tal era la fuerza que emanaba la presencia de la guerra.
En vez de eso, una serpiente gigantesca atravesó la proyección y raptó al caballero entre sus fauces cavernosas, lo que destruyó la conexión entre él y la Terraza. Las erupciones de fuego de alma engulleron la Terraza y se esparcieron por el metano a medida que la proyección colapsaba sobre sí misma. La serpiente se sumergió; con su forma colosal se apoderó y eclipsó la proyección de la Terraza. Se retorció sobre todos y desenrolló solo una parte de su cola para arrasar con montones de combatientes de la colmena, dejando nubes de sedimento convertidas en una gruesa niebla cegadora.
Sloane se desplomó, y Síocháin se apresuró a su lado. Desgarró al Acólito antes de que pudiera levantar su triturador. "¡Tenemos que irnos! ¡Levántate!", Síocháin gritó y comenzó a curarle las heridas sangrantes y los huesos en la medida en que podía. Los combatientes de la colmena salían disparados hacia el mar a su alrededor, con pequeñas explosiones sordas de fuego de alma al reaccionar contra el metano líquido.
Antes de que Síocháin pudiera poner a Sloane en pie, la serpiente se lanzó frente a ellas, de panza, y las escudó contra los disparos vengativos de la colmena. Síocháin se lanzó adelante de Sloane, con las cuchillas afuera, lista para enfrentarse a la bestia gigante, pero la serpiente se limitó a mirar a la titán. Una vez más, Sloane escuchó la promesa en su mente.
|Vincúlate|
|Vive|
Y entonces, llegaron a un acuerdo.
