Lore
Borceguíes Solsticio (resplandecientes)
Las llamas te rozan los talones, pero tú eres más rápido.
¿Sabes qué hace falta para seguir avanzando, a pesar de tener miedo?
En la Zona Muerta Europea, montamos una defensa organizada. Seguía siendo territorio cabal. A ella y a mí nos tocó encargarnos de un transporte de tierra: un enorme tren cabal recién salido del almacén de munición que se dirigía a la Villa.
Estábamos esperando detrás de un risco, cuando un transportador se acercó. Ella le disparó con su lanzagranadas, pero el proyectil se adhirió al chasis del transportador y no detonó. La miro, tiene los dientes apretados.
Yo sigo atónito. Ella salta sobre un colibrí y se aleja más de un kilómetro por la carretera. La observé con mis prismáticos. Sacó una pistola y apuntó por detrás a un montón de vigas de acero. Disparó al proyectil adherido al transportador. Disparó una vez más. Tres veces. Cinco. Ella no suele fallar.
Luego veo por qué: todo su cuerpo tiembla de miedo.
Finalmente, detona el proyectil. Nunca había visto una explosión como esa. Una cúpula naranja que casi me engulle también a mí. Deshizo la goma de mis gafas.
Hizo lo correcto. Pero a eso no se sobrevive.