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Lore
Agarres de ascenso pírrico
"Podría haber hecho algo más. Debí hacer algo más". (Aisha, cazadora humana)
REGISTRO DE RECONSTRUCCIÓN DE SIMULACIÓN // LA-01-03 // BAZAR, LA TORRE, ÚLTIMA CIUDAD
En el interior del recinto alquilado de su enclave en la Torre, Shayura y Aisha están sentadas en asientos acolchados de color carmesí, bermellón y oro en una mesa redonda. La luz del sol de la tarde brilla a sus espaldas a través de unas pérgolas con incrustaciones de hielo. Un puñado de coloridas decoraciones para la Fiesta de las Almas Perdidas cuelga de lo alto, y hay muchas más afuera. Un ancla de comunión tras una época turbulenta.
"¿Cómo te sientes hoy?", pregunta Aisha. Está sentada, con sus codos sobre sus rodillas. Shayura no responde.
Aisha ve a Reed-7 en la fila de un quiosco de comida al otro lado del camino. "¿Ya hablaste con Ikora?", vuelve a preguntarle. La hechicera pasa sus dedos por su cabello, lanza un suspiro y se encorva para apoyar su frente contra la mesa.
"No", responde al fin Shayura. "Lo haré. Lo siento".
"Oye, no", dice Aisha, mientras se aparta lo suficiente para poner una mano reconfortante sobre el hombro de Shayura. "No lo sientas. Todos hemos pasado por mucho. Debí haber prestado atención a lo herida que estabas antes de entrar en la partida. Siento que hayamos peleado, siento haberte gritado".
Shayura mira a Aisha por el rabillo del ojo. Se da la vuelta, y su cabello cae como una cortina y oculta su rostro. "¿Es posible que los guardianes no sean aptos para el deber?", se pregunta Shayura, con la voz silenciada por la mesa.
Aisha no sabe cómo responder. "Mm…"
"Creo que no estoy bien", admite Shayura sin levantar la cabeza. Aisha se inclina y rodea con un brazo los hombros de su amiga.
"Es normal no sentirse bien", dice Aisha. "Por eso deberías hablar con Ikora. Ella lo sabe. Ella te entenderá".
Shayura vuelve a guardar silencio. Aisha mira sobre la espalda de Shayura y ve a Reed llevar un conjunto de jarros humeantes en sus enormes manos.
"Bebidas", dice Reed y coloca los jarros en la mesa. A cambio, Aisha le da a Reed una sonrisa cordial pero tensa. "Cuidado", advierte Reed cuando ella se estira para tomar un jarro, "está caliente".
"La tuya tiene canela", le dice a Shayura. Esta levanta su pulgar en señal de aprobación, pero sin levantar la cabeza de la mesa. Sin decir una palabra, Aisha mira con preocupación a Reed y sacude la cabeza. La charla no había sido muy fructífera mientras él no estaba.
"Sé que estás molesta por lo de Sloane", dice Reed. "Pero sabes que el comandante ha hecho todo lo posible. Nosotros hemos hecho todo lo posible. No te culpes por…"
"Gracias", responde Shayura sin levantar la vista. Se incorpora lo suficiente como para tomar su jarro con ambas manos y acerca la sidra caliente. Se inclina sobre la bebida e inhala el aroma a canela, miel, manzanas y clavos. Cierra los ojos y, por un momento, parece volver a la normalidad.
Aisha y Reed hacen una pausa y respiran hondo. Le dan un momento a Shayura para que haga lo mismo. "Lo sé", dice Shayura con voz débil, llena de culpa. "Lo siento". Es difícil saber si está hablando de Sloane o de su comportamiento en general.
"No tienes que disculparte con nosotros", acota Reed mirando a Aisha, quien asiente como muestra de apoyo. "Deberías disculparte con Leitka y su espectro".
"Fue en Titán", admite al fin Shayura, sin alejar la vista de su jarro. Reed y Aisha intercambian miradas, pero ninguno la interrumpe. Dejan que Shayura llegue a ese punto a su propio ritmo. "Estaba de vuelta en Titán. Cuando estábamos sin Luz y rodeados por la colmena, había un caballero… sin importar las veces que lo matara, volvía a la vida. Debí haber muerto en ese lugar".
"Pero eso no ocurrió", dice Aisha y se estira por encima de la mesa para tomar la mano de Shayura y apretarla con cariño. "Recuperamos nuestra Luz y…"
"¿Qué pasará cuando la Oscuridad se acerque?", pregunta Shayura, aunque sabe que ni Reed ni Aisha tienen la respuesta. "¿De nuevo se quedará sin Luz? ¿Por su cuenta?".
Reed y Aisha se miran, y el exo estira una de sus manos gigantes para posarla sobre la mano de Shayura que Aisha sujeta. El silencio de Reed indica estabilidad, y Aisha le lanza una sonrisa para mostrarle su agradecimiento. Los tres miembros de la escuadra son toda la familia que tienen y, en este momento de debilidad, Aisha ruega que esa familia sea suficiente para resistir a la Oscuridad.
O, si eso no funciona, lo suficiente como para hacer que la aventura valga la pena.