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Lore
Protección de caminata espacial
Tecnología|Directo|124| … comió otro contendedor. ¿Qué productos de limpieza se pueden usar? No podemos permitirnos otro incidente con gases, István.
Seis días después de la llegada.
El metal gruñe. La electricidad zumba. Las cañerías truenan con sus contenidos.
Yaraskis se abre camino entre los escombros con una doble carga de chatarra. Al fin está superando el tamaño drekh, sus brazos inferiores crecieron hasta sus talones, pero todavía es lo suficientemente delgada como para pasar por los pasillos más estrechos de su nueva casa.
Una estación orbital, antigua y dañada, pero que se puede arreglar. Eso piensan todos. La estación no está deshabitada hace mucho, pero Yaraskis no puede evitar mirar todo el tiempo por encima de su hombro.
Un escalofrío le recorre la nuca cuando suena una voz espeluznante por encima de su cabeza. Es un viejo mensaje para los humanos, dice Karrho. No hay nada de lo que preocuparse. Pero es inquietante de todos modos…
Llegar al taller es un alivio. Patea el marco de la puerta. "Llegó la chatarra".
Karrho es más pequeño que Yaraskis, sigue siendo completamente un drekh. Aun así, la gente lo nota porque nació con ocho ojos. Eso quiere decir que es apuesto, tiene la suerte de uno en un millón. Y es inteligente. Formó parte del plan desde el principio. Yaraskis solo participa porque es su prima ovípara.
Karrho hace un gesto sin levantar la vista. "Ponla en donde quieras".
El taller es una de las recámaras más escalofriantes de toda la estación, según Yaraskis. Está repleto de mesas de metal tiradas por el suelo. Tuvieron que sacar una pila de cuerpos vex vacíos antes de que pudiera usarse. Yaraskis intenta no tocar nada mientras baja su entrega.
"¿En qué estás trabajando?".
"Analizo algunos planos mecánicos. Si podemos sistematizarlos, podemos darle uso tanto acá como en la superficie debajo. Y aquí no hay vex, ni colmena ni portadores de Luz".
"Ni kells", dice Yaraskis con firmeza.
"Ni kells", añade Karrho. "Hay mucho éter, si los planos tienen algo de verdad. Mira esta máquina, está en dos partes. Una recoge energía, la otra la usa. Necesitamos la que colecta para los sirvientes y tendremos la vida resuelta".
Gira una de las pantallas hacia ella.
Éter para toda la vida, aquí en medio de la fría oscuridad. Hace que todo valga la pena: el miedo al escapar de Europa, sortear con cuidado los peligros de la estación mientras la adecuan a la vida…
Y sí, puede que echen a Yaraskis de las reuniones de ingeniería que no entiende, pero nadie le cortará ningún brazo por insubordinación.
Flexiona sus manos inferiores y se inclina a estudiar su futuro.