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Lore
Carcasa de Buscasenderos
"¿Alguna vez has conectado la telemetría de navegación de un espectro a una hipernave? Yo tampoco, pero hay una primera vez para todo". (El Vagabundo)
El sonido de un ruidoso masticar que se intercala con el ritmo de los pasos resuena por un largo pasillo de metal en la guarida de la Araña.
"¿Alguna vez has probado esto?", pregunta el Vagabundo mientras tira de un trozo de carne gomoso y maltrecho que aprieta entre sus dientes. La Araña pasa a su lado y se detiene para mirarlo.
"No", contesta la Araña. Su respirador esconde la forma en que su labio superior se curva por el asco. "¿Qué es eso?".
"Tu chico dijo que era pollo", indica el Vagabundo con la nariz arrugada. "Yo creo que nunca ha visto un pollo".
La Araña deja salir un suspiro contenido. "La razón por la que te pedí que vinieras", dice en voz alta para encaminar la conversación, "es porque quería una opinión honesta y sin filtros sobre la situación en la Ciudad en este momento".
"Sabe a petróleo y chicle", murmura el Vagabundo mientras saca el trozo de carne de su boca.
"Vagabundo".
El Vagabundo alza una ceja mientras mira a la Araña y coloca una mano en el hombro del gran eliksni. "Vamos, sé lo que estás buscando", dice riendo con confianza. "Quieres el sello de aprobación del viejo Vagabundo para trasladar tu operación".
La Araña no dice nada, pero vuelve a caminar al paso rápido del Vagabundo.
"El kell de kells dirige su queche de forma estricta", dice el Vagabundo mientras tira la supuesta carne masticada en el suelo. "Con todo ese lío de la Secta Guerra Futura a un lado, las cosas están mejorando para su gente". El Vagabundo mira a la Araña y luego le apunta con dos dedos. "SU gente".
"Un buen momento para que la humanidad empiece a diferenciar entre nosotros", dice la Araña con desdén. "Pero te dejan quedarte allí, así que no pueden ser demasiado exigentes".
"Decir que me dejan es un poco exagerado, pero entiendo tu punto", dice el Vagabundo. El pasillo termina en un gran par de puertas cerradas. El Vagabundo nota que no están vigiladas.
"Ahora que regresó Mara Sov, creo que mis días aquí en el Arrecife están contados", explica la Araña mientras abre un panel oxidado e ingresa un código de acceso. Las puertas se sacuden y se abren lentamente.
"Es probable que tenga muchos sentimientos por mi pajarito", agrega por encima de su hombro con una risa. "Y, seamos honestos, parece ser del tipo que guarda rencor".
Una luz brillante se escapa fuera de las puertas abiertas y el Vagabundo queda detrás de la sombra de la Araña. "Así que no", dice la Araña mientras gira para ver al Vagabundo. "No quiero tu sello de aprobación…".
La Araña da un paso hacia un lado y permite que el Vagabundo observe mejor lo que está escondido en el hangar: una nave.
"Quiero saber si puedes sacarme a escondidas del Arrecife".